No hubo que lamentar accidentes ni víctimas, pero el hecho constituye un verdadero peligro. Esta vez, los tirapiedras volvieron al ataque a la altura del kilómetro 65 de la Panamericana, a metros del barrio Las Praderas.

Allí, delincuentes colocaron adoquines sobre la ruta, donde al menos cuatro vehículos sufrieron daños. Algunos siguieron camino para evitar ser robados, otros, no tuvieron mayor opción que detenerse, ante las roturas ocasionadas.

De inmediato, dieron aviso a la Policía. Pero la falta de iluminación en dicho sector, convierte a la zona en un peligroso lugar donde este tipo de hechos adquiere mayor frecuencia.

Autoridades recomiendan no detenerse ante el impacto de objetos sobre la autopista. Los conductores, exigen mayor seguridad para transitar. En medio, el peligro para la integridad física de quienes además, de un robo, pueden sufrir las consecuencias de un siniestro vial.