Sixto Amaya. Participación
*Hoy nos toca despedirte viejo*
Se fue dormido, tranquilo. Y aunque duele, saber que fue en paz también trae algo de consuelo.
Fue un hombre controvertido, con ideas fuertes y una forma muy particular de pararse frente al mundo. No fue perfecto, sabemos que fue generoso con lo que tenía para dar. Y eso no es poco.
Nos deja un legado único: el amor por el arte, la historia, la literatura, el tango, la patria, la amistad y Dios. Nos enseñó —quizás sin proponérselo— que la vida hay que disfrutarla en el momento, que lo importante no siempre es lo perfecto, sino lo verdadero.
Padre de cinco hijos, abuelo también.
Tu paso por esta vida fue intenso, marcado por contradicciones, pero también por pasiones sinceras. A tu manera, nos dejaste huellas que hoy se sienten más fuertes que nunca. Cada uno de nosotros se lleva algo tuyo, y eso nos une, incluso en la despedida.
Hoy te decimos gracias.
Buen viaje, viejo querido!
Que descanses en paz.
Te despedimos “por un rato”
*Hasta siempre, viejo!*
Tus hijos, hijos políticos, nietos, y pareja.