Fue más que un ruido. Un estruendo. Una explosión dice algunos. Fue un techo volando por los aires, impactando contra varias viviendas cercanas. ¿Una película? Para nada. Pasó en Campana, en el barrio Héroes de Malvinas.

Cuatro viviendas fueron seriamente afectadas por lo ocurrido en la Escuela Técnica N°2 “Juana Azurduy”. El día después, cuando el mal clima no cesa y hasta amenaza con una segunda parte de lo ya acontecido, la incertidumbre se apodera de quienes vieron a la cara, a lo peor de este temporal.

La casa de Alejandra fue la más perjudicada. Algunos refieren destrucción total. La estructura, pero también todo lo que había en su interior, colapsó. La vivienda contigua, sufrió daños en una de las habitaciones, el baño, de alrededor de un 70%. Una viga atravesó ambas dependencias. Su dueño había salido pocos minutos antes.

Las consecuencias también se ven en la propiedad de al lado, donde el viento levantó (al igual que en la escuela) parte del techo. Y fue justamente una porción del techo escolar desprendido, que cayó en casa de Beatriz, otra de las damnificadas.

Algunas familias se vieron obligadas a abandonar sus hogares. Otras, se reacomodan en los sectores “intactos” de sus domicilios. Un operativo especial fue montado por la Municipalidad para retirar los restos del techo escolar, con el cuidado necesario para evitar que colapsen las estructuras particulares.

Las imágenes hablan por si solas. La solidaridad de los vecinos, deberá sumar al compromiso por parte del Municipio de no abandonar ni dejar a su suerte a quienes fueron víctimas del temporal. Mucho por hacer, pero con la tranquilidad de saber que, como los propios lugareños señalan, “fue un milagro que nadie saliera herido”.