La libertad de expresión y de prensa son valores centrales del sistema democrático.
Cuando el gobierno Milei las ataca, también ataca a la democracia argentina.
La legitimidad de origen de este o de cualquier otro gobierno no lo habilita a vulnerar los derechos y garantías consagrados en la Constitución Nacional.
Es más, si lo intenta o lo lleva a cabo comete actos ilegales contra el orden democrático.
Es lo que está ocurriendo en estos días con la persecución y la censura previa, aplicada por pedido del gobierno a los periodistas Jorge Rial y Mauro Federico, por parte del juez Patricio Marianello.
En el marco de los audios filtrados a la prensa, que pusieron al descubierto una posible red de corrupción por coimas, en cabeza de la Secretaria General de la Presidencia, a su vez hermana del Presidente Milei, Karina Milei, el gobierno apeló a una denuncia judicial para ejercer censura previa e impedir la difusión pública de otros audios de la misma funcionaria.
Es un paso más en la profundización de los sistemáticos ataques presidenciales al colectivo de trabajadores de prensa escalonados en insultos soeces de la peor especie, represión por parte de las fuerzas de “inseguridad” comandadas por la Ministra Bullrich en cuanta manifestación pública le ofrezca la oportunidad, sumadas a aprietes y amenazas por parte de un verdadero “ejército” de troles al servicio de la diatriba gubernamental, con el correlato de sanciones económicas a través del manejo discrecional de la pauta oficial.
Desde Periodismo Contrahegemonico sumamos nuestra voz de rechazo y condena a este accionar profundamente antidemocrático del gobierno Milei que lo lleva a acelerar su rumbo autoritario.
Exigimos también, al sistema político, social y de medios locales, un claro posicionamiento de rechazo a los ataques a la prensa y a la libertad de expresión.