Con la famosa onda Omicron se retrasó considerablemente la también famosa, tercera dosis.

Anteriormente, al no haber clases, vacunaban dignamente en las universidades tecnológica y de Luján.

Empiezan las clases presenciales y señores vacunadores de la provincia, Axel, y precisamente con tu nuevo avión viejo, usado y sobrefacturado en 7 millones de dólares: ¡A volar ¡!!

Ah, las clases empezarán con otros barbijos, LOS QUE USAMOS EN ESTOS DOS AÑOS, LOS DE TELA, “ NO SERVÍAN PARA NADA”

Volviendo al vacunatorio, adonde hay que ir ahora? Por la Dellepiane, la zona de las veredas rotas y sin lugar alguno para estacionar. Era una oficina donde trabajaban muy cómodamente unos ingenieros, una casita pequeña, sin grandes lugares ni espacios abiertos, todo el mundo en la calle haciendo cola, no en la vereda, literalmente en la calle, al sol, todos apretujados, mal informados y confundidos, en definitiva, un asco lamentablemente para los que están, como muchos familiares, esperando la tercera dosis, o, los que se quisieran dar las anteriores si aún no lo han hecho.

Increíble que una ciudad tan grande no disponga de un espacio físico digno para algo tan pero tan importante. Lamentable y triste.



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