Un episodio tan inesperado como inquietante sacudió la noche del jueves en Campana y sumó nuevas incógnitas a la investigación por la muerte de José Ignacio Ventosa, el joven de 26 años que falleció tras sufrir un traumatismo grave de cráneo y una falla multiorgánica. Mientras la Justicia avanza con la imputación por homicidio a dos sospechosos, uno de ellos fue detenido en medio de un incendio en la vivienda donde residía, lo que despertó interrogantes sobre las circunstancias del siniestro.

El hecho ocurrió en una casa ubicada en Barlaro al 400, casi esquina Melo, donde Bomberos Voluntarios acudieron con el móvil 48 tras recibir un llamado por un incendio de vivienda. Al arribar, se encontraron con un panorama complejo: parte del inmueble estaba tomado por las llamas y, según relataron vecinos, un perrito murió en el interior antes de que pudieran rescatarlo.

Mientras los servidores públicos trabajaban para contener el fuego, la situación dio un giro inesperado. Personal del Grupo de Apoyo Departamental (GAD) irrumpió en la vivienda y detuvo a un hombre que, según testigos, se encontraba colaborando con los bomberos en ese momento. Su captura estaba vinculada a la causa que investiga la muerte de Ventosa y fue ordenada en el marco de los cuatro allanamientos dispuestos por el Juzgado de Garantías N°1.

La coincidencia temporal entre el incendio y la detención abrió un abanico de dudas. Hasta ahora no hay una confirmación oficial sobre el origen del fuego: si se trató de un accidente doméstico, un hecho provocado o una situación vinculada a la causa judicial. El episodio se volvió aún más inquietante considerando que el otro sospechoso también fue detenido en otro punto de la ciudad durante la misma jornada.

Con ambos imputados ya a disposición de la Justicia, el extraño incendio —ocurrido justo en el domicilio de uno de ellos y en el momento en que era arrestado— se convirtió en un elemento más que la Fiscalía deberá analizar para determinar si tuvo algún tipo de relación con el crimen que conmociona a Campana o si fue simplemente una trágica coincidencia.