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Abarrotados
Justicia de Familia: Campana entre los distritos más saturados de la provincia
Un informe actualizado de la Asociación Judicial Bonaerense volvió a encender alarmas sobre el funcionamiento del fuero de Familia en la provincia. El distrito Zárate–Campana aparece entre los más sobrecargados, con niveles de causas muy por encima del promedio y una estructura que creció mucho menos que la demanda.
La radiografía es clara y la situación, crítica.
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Justicia de Familia: Campana entre los distritos más saturados de la provincia
La radiografía es clara y la situación, crítica.
La AJB difundió un extenso análisis estadístico del período 2010–2024 que revisa el desempeño de los 100 Juzgados de Familia bonaerenses. Los datos revelan un crecimiento explosivo de expedientes —muchos vinculados a violencia familiar, alimentos, tenencia y cuidado de niñas, niños y adolescentes— que no fue acompañado por una ampliación equivalente de personal ni de recursos.
A lo largo de esos catorce años, las causas iniciadas en la provincia aumentaron un 626%, mientras que el plantel de agentes creció apenas 143%. El desbalance se siente fuerte en los distritos más poblados, y particularmente en uno que involucra directamente a nuestra región: Zárate–Campana.
El informe identifica a nuestro Departamento Judicial como una de las jurisdicciones con mayor cantidad de causas por juzgado, registrando valores que duplican el promedio provincial.
Entre los datos más preocupantes, figuran que existen 69,7% más causas por juzgado que la media de la provincia, lo que representa una carga aproximada de más de 230 causas por agente, ubicándola entre las sedes con mayor presión operativa.
Además, aquí se observa uno de los niveles más altos de litigiosidad creciente en los últimos tres años. Estos números se traducen en un escenario concreto para la ciudad de Campana: demoras en audiencias, sobrecarga de expedientes, tiempos más largos para obtener resoluciones y un sistema que funciona al límite.
Otro de los puntos señalados en el informe es la brecha entre el crecimiento de causas y el crecimiento de la planta judicial. Mientras los expedientes se multiplicaron por siete desde 2010 en toda la provincia, la cantidad de empleados y empleados judiciales creció solo un 143%, una diferencia que explica buena parte de la saturación del fuero.
En el caso de Zárate–Campana, el déficit estructural se profundiza por el aumento sostenido de denuncias por violencia familiar, especialmente desde la pandemia, además del incremento de las intervenciones vinculadas a medidas urgentes, que requieren respuestas rápidas y generan mayor carga operativa. También han complejizado la situación la falta de incorporación de nuevos juzgados y personal en la proporción necesaria para equilibrar la demanda real.
Esta sobrecarga no es un dato abstracto, y para las familias campanenses, el impacto es claro: Audiencias que se programan con demoras considerables, dificultades para obtener respuestas rápidas en casos urgentes, como medidas de protección por violencia. También, procesos más largos, que profundizan la vulnerabilidad de niñas, niños y adolescentes, y personal judicial exigido al máximo, trabajando en un contexto de alta presión y limitación de recursos.
En síntesis, el acceso a la justicia —especialmente en situaciones de conflicto familiar— se vuelve más difícil y menos eficiente. El informe de la AJB no solo describe un problema: también expone una advertencia. Si no se aplica una política sostenida de inversión en infraestructura, nuevos juzgados, designación de personal y capacitación específica, el fuero de Familia continuará operando al borde del colapso, especialmente en distritos críticos como Zárate–Campana.
Esto implica discutir presupuesto, fortalecer equipos interdisciplinarios, mejorar la estructura edilicia y crear condiciones que permitan que la Justicia de Familia —una de las más sensibles para la comunidad— pueda funcionar con la celeridad que las circunstancias exigen.
Campana forma parte de una jurisdicción que adhiere al fondo del problema estructural del fuero de Familia en la provincia: un crecimiento desmesurado de la demanda, un sistema que no se expandió al mismo ritmo y una sobrecarga que impacta directamente en la vida cotidiana de miles de familias. La radiografía es clara y la situación, crítica. El desafío ahora es avanzar hacia soluciones que garanticen un acceso real, rápido y eficiente a la Justicia, especialmente en un fuero tan esencial como el de Familia.