Un momento de extrema tensión se vivió en la zona ribereña de Campana, en inmediaciones del Campana Boat Club, cuando una embarcación de gran porte navegó a muy pocos metros del Muelle del conocido Negro Flores, y terminó volteando uno de los faros de señalización instalados en la costa.

La secuencia fue registrada por pescadores que disfrutaban de la jornada y que no ocultaron su alarma al ver al buque avanzar sin margen de maniobra. En las imágenes —que se viralizaron rápidamente entre vecinos— se escucha el grito desesperado de uno de ellos al advertir la proximidad del casco: “¡Se viene para acá!”, exclamó, temiendo un impacto directo contra la estructura donde estaban reunidos.

El barco finalmente continuó su rumbo sin embestir el muelle, aunque el derribo del faro dejó en evidencia la peligrosidad de la maniobra y encendió la preocupación de quienes frecuentan ese sector ribereño.

Vecinos recordaron que un episodio muy parecido se registró días atrás en un muelle de Escobar, donde otra embarcación de gran tamaño también se acercó más de lo debido y generó alarma entre los presentes.

Si bien no hubo heridos en ninguno de los dos casos, ambas situaciones reavivaron el debate sobre la seguridad en los canales de navegación y la necesidad de reforzar controles para evitar incidentes que podrían tener consecuencias mayores.