En la esquina de Bv. Sarmiento y Becerra, un poste de telefonía en mal estado se ha convertido en una verdadera amenaza para la seguridad. La estructura, cargada de cables antiguos sin uso, se encuentra visiblemente inclinada y con riesgo de caída. Vecinos señalaron que, incluso, ante el paso de algún camión o vehículo de altura, se pueden enganchar las instalaciones, agravando el peligro.

El problema no es aislado: se trata de una situación cada vez más frecuente en diferentes puntos de la ciudad, donde se observan líneas telefónicas en desuso, conexiones abandonadas y una gran carga de contaminación visual, producto la permanencia de este tipo de infraestructuras que ya no cumplen ninguna función operativa.

En este caso puntual, la proximidad de cables eléctricos multiplica el riesgo, ya que un eventual colapso del poste podría afectar el suministro de energía en la zona o provocar accidentes.

Vecinos y comerciantes del área reclaman una intervención urgente por parte de las empresas responsables o del Estado, no solo para resolver esta situación puntual, sino para plantear una política clara respecto a los residuos tecnológicos urbanos. En tiempos de avances digitales y conexiones inalámbricas, muchas de estas viejas instalaciones han quedado obsoletas y su permanencia representa un riesgo innecesario.

Y al mismo tiempo, surgen preguntas de cara a la proliferación de este tipo de casos: ¿qué se hace con los postes y cables en desuso? ¿quién se hace responsable de su mantenimiento o retiro? Mientras no haya respuestas, el deterioro avanza y el peligro crece.