En medio del creciente deterioro de la bajada de la Ruta 6 hacia la Autopista Panamericana, a la altura del puente de San Felipe, ha surgido un camino alternativo clandestino utilizado por algunos conductores como única opción para evitar el mal estado de la infraestructura oficial.

El tramo de acceso, que conecta la ruta provincial con la Ruta Nacional 9, ha experimentado un progresivo y grave deterioro debido, en gran parte, al paso constante de camiones pesados que generan baches y hundimientos, lo que hace que este acceso sea cada vez más inseguro.

El tramo de acceso, una arteria crucial para quienes se desplazan entre la Ruta 6 y la Panamericana, ha quedado en una situación alarmante, con tramos de baches profundos y hendiduras que aumentan el peligro de accidentes, sobre todo en horas de poca visibilidad o en condiciones climáticas adversas. Esta problemática se agudiza por la falta de mantenimiento adecuado, lo que ha llevado a los conductores a buscar caminos alternativos que, si bien más estrechos y poco señalizados, son la única opción para evitar los riesgos de la ruta deteriorada.

El acceso en cuestión conecta directamente con la Panamericana, una de las autopistas nacionales más importantes del país, pero también una de las más peligrosas en el tramo que atraviesa Campana, según informes recientes sobre seguridad vial. Esta falta de reparación e intervención de las autoridades responsables ha generado un aumento significativo en los riesgos de accidentes. 

La calle de tierra abierta por los conductores no está autorizada ni señalizada oficialmente, lo que pone en evidencia el descontrol en la zona. La falta de acción por parte de las autoridades genera una creciente preocupación entre los vecinos y conductores, quienes temen que la situación pueda empeorar y causar tragedias evitables si no se toman medidas inmediatas para reparar la bajada de la Ruta 6 hacia la Panamericana.

Ante este panorama, expertos en seguridad vial insisten en la necesidad urgente de intervenir en el acceso, reparando los daños causados por el paso de camiones y asegurando una correcta señalización que permita evitar la proliferación de rutas informales y peligrosas. Los vecinos de la zona y los conductores exigen que se dé solución a un problema que pone en riesgo a todos los que transitan a diario por una de las rutas más transitadas y peligrosas del país.