Durante la noche del jueves, especialmente en el centro de la ciudad, se registró una invasión de insectos conocidos como “cucarachas de agua”, que en realidad son chinches acuáticas gigantes (Belostomatidae), atraídas por las luces urbanas tras verse desplazadas por la baja presión atmosférica. El fenómeno se relaciona con las altas temperaturas y la humedad, que alteraron su ciclo de apareamiento y no representan riesgos.