Pintaron una estrella en el lugar donde fue asesinado, como homenaje y para mantener vivo el reclamo de justicia. Acompañados por vecinos y jóvenes que lo conocían, repudiaron la estigmatización que sufrió tras su muerte y recordaron al joven. Su madre, Paula Melo, reiteró que no descansará hasta que los responsables paguen por lo que hicieron.