A veces escribo cuentos, este relato es un drama, una historia de terror, una pesadilla que lleva mas de 45 días, que no se sabe cuándo ni cómo termina, que se inicia en un campo, lejos de la civilización, por así llamarla.
Una vieja, muy extraña, de 86 años, organiza una fiesta espectacular, para celebrar, justamente al patrono de los objetos perdidos, una comilona. Gaseosas de dudoso origen, en realidad todas lo son, y los vinos que algunos invitados llevan, se enfrían en una heladera, que tal vez en honor al patrono, misteriosamente desaparece. La anfitriona tiene un celular viejísimo, quizá lo consiguió el mismo año que nació, no admite apps ni videos, pero es mas usado que el del más poderoso de los empresarios, bastante dúctil para borrar rastros resulta ser ese monstruo.
En la casa está el hijo de la señora, de poco y mal hablar, pero de muchos hijos tener, está su hijo mas pequeño, hay invitados rarísimos de estar allí , siniestros casi todos, la tía del chiquito, su esposo, hay un capitán de navío, haciendo vaya a saber uno que, en medio del campo, su esposa, ex funcionaria pública expulsada por delincuente. Hay una mujer que dice no existe una camioneta que dicen haber tenido un incidente, hay un comisario, siempre hay un comisario mafioso y delincuente, y hay dos invitados mas, el infaltable matrimonio amigo, el herrero de la casa, la que precisamente no tiene hierros.
En la comida hay también amiguitos del nietito menor de la anfitriona, después de comer, como en los cuentos de Hansel y Gretel, todos nenes salen no a buscar golosinas sino naranjitas, y sin ir poniendo miguitas de pan en el suelo para recordar el camino de vuelta.
El niñito desaparece, una ministra de seguridad nacional quiere llevar unas cámaras para pasarlas a los estómagos de los animales de la zona a ver si alguno se lo comió, esto es verdad aunque Ud. no lo crea. El operativo de búsqueda de todos esos días es de costo multimillonario, abonado por supuesto con los impuestos de los contribuyentes.
Todos van presos, pero ninguno sabe nada, lamentablemente no sabemos el final pero que pasaría, por supuesto fuera de la ley, si se comenzara a cortar primero un dedo de cada uno de los presos si nadie cantara la verdad? El chiquito desapareció de entre todos ellos , comiendo con ellos, en la casa de ellos, no hay rastros de un objeto volador que lo haya llevado, precisamente entre todos, detenidos y sospechados, está el que sabe adonde esta ese chico, Lo Han vendido, o Lo Han matado? La justicia levanta y vuelve con los secretos , procesa y no procesa, pero esta terrorífica historia parece no tener un final.
Que tremenda toda la mafia de los tráficos de drogas, de órganos, los que precisamente el presidente dice podrían hasta a llegar a comercializarse, de niños, la prostitución de fronteras, los vehículos robados que se encuentran en esas zonas. Las noticias van perdiendo interés televisivo con el correr de los días, puede llegar a pasar lo del famoso caso de la chica que dio precisamente nombre a los operativos de búsqueda y alerta, del que lamentablemente pasaron ya mas de 15 años sin nunca haber sabido paradero.