Estamos preocupados pero no sorprendidos por los datos arrojados por el INDEC en donde se señaló que un 32,2% de los argentinos viven bajo la línea de la pobreza y en la indigencia 6,3% de los argentinos. Y decimos que no estamos sorprendidos porque más allá de los distintos gobiernos que nos han sucedido y más allá de lo que sucede actualmente, creemos que la pobreza es una de las deudas más importantes de nuestra democracia, es una de las deudas más importante que tenemos como sociedad, y al margen de las mayores o menores afinidades con los distintos gobiernos, creemos que esa deuda ha atravesado a todos los partidos y todas las administraciones.

Son cuestiones como estas las que nos movilizaron y nos movilizan a involucrarnos, a trabajar en una propuesta política que desde la visión local, pueda intervenir para cambiar la realidad de todas aquellas personas que hoy la están pasando mal. Y es también la preocupación por el rumbo que se está tomando actualmente en materia política y económica que tienden a incrementar estos índices, lo que nos incentiva a trabajar con más ganas por el prójimo. Porque son nuestros vecinos, amigos y familiares los que se están quedando sin trabajo, a los que no le alcanza el sueldo, o los que sufren la inseguridad. Y no nos podemos quedar de brazos cruzados.

Entendemos que la política y la economía son herramientas para solucionarle los problemas a la gente. Y cuando en nombre de la política y la economía se toman medidas que van en contra de la comunidad, estas herramientas pierden su razón de ser y pasan a ser instrumentos de algunos sectores y no del conjunto de la sociedad. Hoy vemos que está sucediendo eso. En nombre del equilibrio fiscal y de la seguridad jurídica para atraer inversiones, se han tomado iniciativas que no solo han perjudicado seriamente el poder adquisitivo de la gente, sino también a muchos le ha costado su puesto de trabajo. Y eso lo vemos en nuestra ciudad. Hubo 160 despidos en ATMA. En Cabot, el 10% de su nómina fue echada. El CEPA (Centro de Economía Política Argentina) reconoce que uno de los sectores que ha registrado mayor conflictividad en el país fue la UOM seccional Campana.

Pero el fenómeno de los despidos no se ve únicamente en el sector Privado. La Municipalidad de Campana para noviembre de 2015 contaba con casi 1900 empleados entre planta permanente y jornalizados. Para marzo de 2016 ese número de empleados se redujo a 1750 aproximadamente. Si bien el número de empleados luego creció, se debió en gran medida al ingreso de empleados que no son de Campana. No creemos que la solución de la pobreza en Argentina venga de la mano del trabajo estatal, pero si creemos que el estado no puede ser un generador de pobres y desempleados. No puede el estado reducir su planta de empleados sin antes garantizarles a ellos el acceso al trabajo en el sector privado. Esto no sucedió, sino que al contrario, luego de la reducción de personal estatal siguió una reducción del personal privado.

Para poder atravesar esta difícil situación, se deben tomar medidas activas desde el Municipio para fomentar el empleo local, como puede ser la jerarquización de la Oficina de Empleo como nexo entre comunidad y empresas; la formación de bolsas de trabajo; eximiciones fiscales para pequeñas y medianas empresas que contraten trabajadores locales y el desarrollo de programas de inserción laboral para muchos jóvenes que carecen de conocimientos básicos relativo al mundo del trabajo.

Por otro lado, es la inseguridad también una gran preocupación para los vecinos de Campana. No va a existir nunca un programa exitoso de seguridad si no se contempla la cuestión social. No tenemos dudas que el desempleo, la pobreza y la desigualdad son generadores de violencia. Y tampoco tenemos dudas de que la necesidad es generadora de delito. Pero lo que aún más nos preocupa, es que ni siquiera existe un plan de seguridad que nos dé a los vecinos cierta certidumbre. Nos parece que el municipio ha decidido echarle culpas a otros desentendiéndose de su principal responsabilidad en materia de seguridad que es la prevención. No existe programa de prevención alguno, el cual es responsabilidad intransferible del poder ejecutivo municipal y si a eso se le suman mayores niveles de desigualdad, pobreza y desempleo (desempleo el cual también el estado municipal ha fomentado), no tenemos dudas de que los niveles de delincuencia van a seguir creciendo. Insistimos con que el Gobierno debe tener un gesto de humildad y debe escuchar lo que nosotros venimos proponiendo y pidiendo hace semanas; la generación de una convocatoria ciudadana en donde se escuchen a dirigentes políticos, sociales, partidos, organizaciones no gubernamentales, vecinos y se escuche también a representantes de la justicia. Porque nos parece que de esta delicada situación no se sale echando culpas y confrontando, sino dialogando y consensuando. Y debe haber una dialogo amplio entre todos los sectores de la comunidad incluida la justicia.

Creemos que la realidad es triste, pero estamos convencidos de poder cambiarla. Porque estamos convencidos de que si toda la sociedad se compromete, participa y aporta, los campanenses podemos hacer grandes cosas y construir para siempre la ciudad que todos queremos. Vamos Campana!

A todos los interesados en participar o escuchar nuestras propuestas, pueden hacerlo via mail a espaciovamoscampana@gmail.com o por facebook a VAMOS Campana.