A diario escucho a amigos y vecinos comerciantes de nuestra ciudad que me manifiestan lo difícil que está la situación de sus negocios. Es evidente que las ventas cayeron considerablemente y que ante esta situación los comerciantes han tenido que innovar alternativas para que no se sigan derrumbando. A esto, en nuestra ciudad, se le sumó un aluvión de grandes cadenas que se instalaron compitiendo deslealmente contra el comerciante local. Esto generó no solo mayor competencia sino también un aumento de los alquileres de los locales de la zona céntrica que a muchos campanenses le es imposible sostener.

Si bien las medidas de fomento del consumo que beneficien a los comercios deben ser macro económicas, se pueden tomar una serie de iniciativas municipales que permitan atenuar la difícil situación.

Primero se debe aliviar la presión impositiva sobre el comercio local trasladándola hacia las grandes cadenas que ya se han instalado en Campana o que lo van a hacer. También se pueden generar incentivos de consumo coordinados entre Municipio y Comercios que ayuden a atraer compradores no solo en el distrito sino en la región, como pueden ser días especiales de descuento. No es menos importante en términos de infraestructura decir que las calles comerciales requieren una fuerte intervención que las embellezca y las transforme en un sitio agradable para las compras. Por ejemplo la creación de un centro cívico desde la Plaza Eduardo Costa que tenga como circuito la Avenida Rocca podría ser una alternativa.

En definitiva, son muchas las familias de Campana que viven del comercio, no solo en la zona céntrica. Ante este contexto desfavorable, el Municipio debe tomar medidas urgentes que ayuden a estas familias a poder atravesar esta difícil etapa de la mejor manera posible. 

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