Nelson Ingles. Zarateño, jugador de Independiente de siempre. Pero con exitoso paso por los equipos de Campana: Campeón Provincial 1992, con el Campana Boat Club, y finalista del Torneo Nacional de Ascenso (TNA) 1997/98, con Siderca.

Además, hombre de experiencia en Liga Nacional de Básquetbol (Ferro Carril Oeste y Boca Jrs), y de la Liga de Italia (Rimini, Scafati, Livorno y Rieti).

Siguiendo con las notas con aquellos deportistas que han hecho historia en el deporte local, hoy CampanaNoticias decidió entrevistarlo.

¿Cómo te trata la pandemia y la cuarentena, en el orden familiar y profesional?

Como todos, encerrado en casa con la familia. Tratando de llevarla de la mejor manera posible. Y viéndole el lado positivo, como lo hablábamos, estamos todos sanos y bien. Ojalá pase esto rápido y sigamos estando bien. En lo profesional, nada. Todo parado. Las cosas en las cuales conciernen mis actividades, en estos últimos años, paradas al 100%. Esperando que reactive un poquito para empezar a generar algo y no fundirnos. ¿Qué no sea otro 2001/2002! Pero, como dije al principio, esperemos estar todos bien para cuando esto termino y empezar nuevamente a trabajar. Nada, agradeciendo que estamos todos bien.

¿Qué recordás de la experiencia en el CBC?, ahí eras más juvenil y recién empezabas a ganarte un lugar…

Chiquito, 14 años, diciembre de 1989 si mal no recuerdo, una experiencia de empezar un poco a independizarme y a crecer, en lo basquetbolístico y en lo humano. Porque era empezar a moverme solo, en esa época, de ir en colectivo de Zárate a Campana, que era toda una odisea por la famosa Ruta 12. Y empezar así mi carrera profesional, ahí empecé. Lindos recuerdos, un montón de personas que me llevó a conocer este deporte. Y a partir de ahí empecé a vivir, lógicamente, mucho más en Campana que en Zárate. Pero fue el paso inicial de mi carrera profesional que luego vendría. Ni hablar como te dije de las personas que conocí… Pero además la parte deportiva. Los logros que tuvimos… A esta altura de la vida es como que empezás a tener nostalgia, de los buenos momentos, de las grandes vivencias y de las personas que conocí.

¿Y de Siderca? Porque ahí como sexto hombre eras un revulsivo…

Un paso como el anterior, pero un poco más importante, con casi 18 años. Después de ganar el Provincial de Cadetes, fue algo medio raro… Mi primera temporada cuando llego era Teddy Colter, quien las primeras 3 fechas no pudo jugar, por un tema reglamentario, y yo de la nada, recién llegado a la categoría, ser titular del equipo… ¡Increíble! Me caracterizo en todo orden de la vida por ser alguien positivo, que trata de dar lo mejor para todo lo que emprendo. Y en ese momento era lo que correspondía al equipo en sí, para el bien común. Fueron 3 años continuados, con un impasse, y vuelta a una cuarta y última temporada, lamentablemente. Con un logro deportivo enorme para la zona, porque no se cuanto tiempo va a pasar para que se repita algo de esa magnitud, de estar a un pasito de llegar a la máxima categoría del básquetbol argentino. Lindo, todo, todo… Si me pongo a repasar, te viene todo a la cabeza… Es gratificante, y me considero una persona con suerte de haber vivido todos esos momentos…

¿Podemos decir que tuviste dos pasos con mucho éxito deportivo por los equipos de Campana? ¿Te sirvieron esas experiencias para jugar en LNB y en el exterior?

En el CBC el tema de ganar el Provincial, el ascenso, se buscó y se logró con un grandísimo equipo. Con Siderca, como te lo explicaba en la pregunta anterior. ¿Cuándo la zona podrá llegar a vivir algo así? De tanta euforia, tanta gente hablando de básquet. Teniendo en cuenta la “tonta” rivalidad, digamos así, que había entre ambas ciudades, ver la cantidad de gente de Zárate que iba a ver los partidos a Campana. Ni hablar en la final, porque cualquier cancha que usáramos iba a quedar chica, con gente afuera. Y en cuanto a mi futuro en mi carrera, primero y principal, uno nunca puede desconocer de donde viene. Olvidarse de las raíces, las personas que te ayudaron, de los clubes por donde pasamos, la gente que estuvo al lado. Porque estamos hablando de los momentos buenos. Pero, lamentablemente los momentos de los deportistas son más malos que buenos. Son más derrotas que victorias, en la generalidad y salvando excepciones. Eso te da las bases, el carácter, un montón de cosas para después empujarte a donde llegas. Jugar en Ferro, en Italia, volver y a Boca, siempre teniendo los pies sobre la tierra de esas experiencias vividas, y que considero muchas positivas. Y de las negativas, aprender para no repetirlas. Te ayuda a crecer para lo que viene. Las experiencias que vinieron se forjaron gracias a los pasos precedentes. Si no, imposible llegar a donde llegué.