2018-11-17 | 12:01 No salen más
Cuádruple crimen de Campana: La Justicia confirmó las sentencias
La Suprema Corte ratificó las prisiones perpetuas para los asesinos de Marcelo Mansilla, su esposa y dos hijos, quienes fueron hallados sin vida en nuestra Ciudad, en 2008. Las víctimas fueron brutalmente asesinadas, y arrojadas debajo de un puente desagüe de la Panamericana, en cercanías del B° Las Praderas.
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    Familiares de las víctimas al momento de conocerse el fallo inicial, ahora confirmado (Foto Perfil).

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    Tres hombres y una mujer habían sido condenados por el crimen (Foto Telam).

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    El caso, ocurrido en 2008, conmocionó al País.

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    El lugar donde fueron hallados los niños brutalmente asesinados.

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    Familiares durante el juicio, y al conocerse las condenas.

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    La familia Mansilla fue hallada asesinada al costado de la Panamericana, en 2008.

Luego de 10 años la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires se expidió sobre el cuádruple crimen de Campana. Un caso conmovedor en donde Marcelo Mansilla junto a su esposa e hijos fueron asesinados tras un robo, y sus cuerpos fueron arrojados a un costado de la Panamericana.

La Suprema Corte condenó a Darío Vera alias “El Sordo”, Ángel Fernández, su esposa Stella Maris y su hijo Cristián, todos ellos a prisión perpetua.  Asimismo, la justicia también ratificó la inocencia del único en libertad, Osvaldo Cáceres, señaló su abogado Hugo López Carribero.

Los cuatros integrantes condenados a prisión perpetua fueron encontrados culpables por cometer el delito de “Homicidio triplemente agravado por alevosía, ensañamiento y criminis causa” de la familia compuesta por Marcelo Mansilla, Sandra Rabago (su esposa), y sus hijos Milagros y Agustín, quienes se encontraban desaparecidos de su hogar en el Barrio de Frino del partido de José C. Paz.

Las victimas fueron halladas asesinadas el día 29 de Julio del 2008 a la altura del kilometro 60 del Ramal Campana, al costado de la Panamericana. El vehículo de la familia, un Volkswagen Polo, fue encontrado destruido producto de ser incendiado en la localidad de Los Polvorines. Luego se produjo un allanamiento en la vivienda de los Fernández, en donde según informes de varios testigos había reconocido el vehículo el mismo día en que la familia desapareció.

Producto de ese allanamiento, fue apresado Ángel Fernández, el cual se encontraba cumpliendo un arresto domiciliario con pulsera electrónica, la que luego se comprobó que habían vulnerado el sistema. La policía también encontró elementos robados de la casa de la familia Mansilla.

Durante el proceso judicial también se pudo probar que los Fernández mataron a esta familia para que no los delatasen por haberles desvalijado su casa.

Además, la justicia declaró reincidentes a Ángel Fernández y a Darío Vera por lo cual no contaran con el beneficio de la libertad condicional y permanecerán presos para siempre, según lo establece el artículo 14 del Código Penal de la Nación. Estos individuos cumplirán su condena en la unidad carcelaria de Sierra Chica, una de las más peligrosas del país.

El caso, día por día

29 julio de 2008. Los cuerpos maniatados de un hombre y una mujer jóvenes, aparentemente asesinados a cuchilladas y golpes, fueron encontrados al costado de la ruta Panamericana, en la zona lindera a Las Praderas. Los cuerpos sin vida fueron avistados por un empleado de la empresa concesionaria de la autopista que estaba limpiando la zona, a la altura del kilómetro 59,5 de la Panamericana, a 150 metros del río Luján. Los cuerpos estaban ocultos detrás de unos pastizales y tapados por mantas, bolsas y basura. El hombre vestía una ropa que sería parte del uniforme de los empleados de las estaciones de servicio de Petrobras, mientras que la mujer estaba semidesnuda. Eran Marcelo Mansilla y su mujer, Sandra Rabago.

30 julio. ¿Dónde están los niños? Los familiares del matrimonio que apareció asesinado en Campana lanzaron un desesperado pedido a la justicia y la policía para que encuentren a los hijos de las víctimas, de 8 y 11 años, cuyo paradero se desconocía desde hacía una semana. Además, la policía encontró totalmente incinerado el automóvil del matrimonio -un Volkswagen Polo- en Polvorines, lo que hace suponer que los asesinos quisieron borrar toda huella del lugar. A medida que pasan las horas, los investigadores abonan cada vez con fuerza la hipótesis de la venganza. 
La última vez que los chicos fueron vistos, junto a sus padres, fue el miércoles por la noche, cuando acudieron a la casa del padrino de Milagros. El jueves 24, la familia habría sido secuestrada. Las autopsias realizadas arrojaron que la pareja había sido asesinada a hachazos y llevaban en el lugar tres días. El hombre tenía dos hachazos, uno en la nuca y otro arriba de la oreja izquierda, y la mujer uno en el rostro. Un familiar del matrimonio, que vive enfrente de la casa de ellos, detalló que, el jueves 24, escuchó el auto de Mansilla salir "a gran velocidad". Por otro lado, la policía y la justicia descartaron la posibilidad de que el matrimonio haya sido asesinado por un móvil "pasional" o por un secuestro, ya que en éste último caso no se registraron pedidos de rescate a los familiares.

1 de agosto. “Se conocían”. En tanto siguen buscando a los niños, los familiares del matrimonio Mansilla admitieron que las víctimas mantenían una amistad con los dos imputados del caso.
"Sé que había una amistad entre ellos, pero nadie habló de amenazas, sé que ella había atestiguado por un robo, no sé si los acusó pero reconozco que había una amistad y ellos se ayudaban entre si", expresó Beatriz Rabago, hermana de la mujer asesinada.  "Dicen que Ángel amenazó a mi hermana cuando ella atestiguó en su contra aunque ella nunca nos contó nada, además ella iba a ser la madrina del hijo menor de Ángel, porque había una amistad de por medio", detalló la mujer.

La confesión. Tras la declaración de Cristian Fernández -uno de los imputados por el crimen de la familia-, los rastrillajes se habían detenido. La explicación oficial fue que en la confesión, el acusado aseguró que Agustín y Milagros también habían sido asesinados y arrojados a una zanja.

2 de julio. La esperanza de encontrar con vida a Agustín (11) y Milagros (8) con vida se diluyó. Los hijos de Sandra y Marcelo, la pareja asesinada el miércoles de la semana pasada en los Cardales, fueron encontrados sin vida debajo de un puente en el km 66 de la Au. Panamericana. A las 2 de la mañana, en un paraje desolado y a una corta distancia de donde habían sido hallados sus padres, la imagen macabra ganó la escena. Los chiquitos estaban tirados en el desagüe de la ruta, con signos de haber sido golpeados salvajemente. Cómo si fuera poco, sus cuerpos estaban amarrados por las piernas, con trapos en las bocas, y una piedra atada a los pies.

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