“Me aumentan más del 300% el servicio, por esto...” dice un vecino mientras nos muestra un video, registrado con su propio teléfono, donde se observa el agua saliendo de una canilla, llenando un balde de un líquido oscuro con sólidos en suspensión. Y aunque no parezca, es agua.

En San Jacinto, la situación lleva años sin resolverse. Y se intensifica cuando un corte de energía deja al sistema de bombeo sin funcionar. Al volver la luz, la suciedad del agua se hace más notoria.

En el lugar, se realizaron los controles pertinentes, y el resultado no llevó tranquilidad a la gente del barrio. “Vino bromatología y el resultado dio que el agua no es apta para el consumo. Y se vuelve peor cada vez que arranca la bomba de agua. Nos habían dicho que teníamos los tanques sucios. Por eso, esta vez filme la entrada de calle” señala el denunciante.

No hay filtros ni sistemas que resistan al estado del agua, mientras la empresa ABSA hace “silencio stampa”, los reclamos elevan su temperatura el consonancia con el aumento en la tarifa del presunto servicio. “Han venido concejales, se sacaron la foto, se llevaron muestras, y nosotros seguimos tomando el mismo agua. Ya no sabemos qué hacer, porque vemos como día a día comprometemos la salud de nuestros hijos y la propia, sin tener otras alternativas”, expresaron.