Sin mucho que festejar debido a la situación actual, la Universidad Tecnológica Nacional conmemoró su septuagésimo aniversario en un acto académico que contó con la disertación del historiador Fernando Nápoli, quien abordó los orígenes de la UTN y su evolución.

Recordando sus inicios allá por el año 1948, bajo el nombre de “Universidad Obrera Nacional”, fue formando ingenieros y expandiendo sus sedes por todo el país. En Campana, arribó en 1972 gracias a la insistencia de vecinos y técnicos que se desempeñaban en varias empresas de la región, y buscaban con mejorar su formación.

Desde hace 44 años, el actual Decano de la UTN FRD, el Ing. Miguel Sosa, forma parte de la institución, siendo además egresado de la tercera promoción (que por aquel entonces, cursaba en Zárate y Campana, al no contar con edificio propio). Sin embargo, la trayectoria y la importancia de la UTN en la educación argentina, hoy se ve empañada por la crisis que atraviesa en materia de financiamiento, y que ha repercutido en un paro nacional universitario que alcanzó una semana.

Por eso, el Ing. Sosa no desaprovechó la oportunidad para volver a manifestar sus sensaciones respecto al conflicto. Luego de aclarar que la Universidad local genera recursos propios para funcionar, los mismos no son suficientes y requieren de las partidas presupuestarias que desde Mayo, no han sido correspondidas por el Gobierno Nacional. Sumado a ello, la desactualización salarial del plantel docente y no docente, expuso a una precaria situación que hasta el momento no encuentra solución.

“El presupuesto no ha crecido en los últimos años, se redujo actualmente, pero además las partidas se demoran y hasta se sub-ejecutan” señaló Sosa, y agregó que a futuro, el panorama es por lo menos “muy preocupante”. En cuanto a los salarios (que aclaró se encuentran fuera de estas partidas), criticó la última oferta del gobierno del 5,8% en agosto, que se sumará al 5% que abonó en mayo, dejando los sueldos muy por debajo de los índices inflacionarios que hoy tiene la Argentina, y que repercute en un claro perjuicio a la calidad de vida de los trabajadores docentes universitarios.

“Esta es una universidad para el desarrollo tecnológico de la industria nacional, de las pymes, y muchas hoy están cerrando” cuestionó al modelo actual de País, y desde allí, a la economía: “Este es un modelo económico para pocos, y que poco y nada tiene que ver con nuestra Universidad” concluyó.