No fue una buena temporada, la 2017/2018, de la Primera “D”, para el equipo de Puerto Nuevo que cerró la misma con una derrota, ante Claypole.

El equipo del Barrio Don Francisco no encontró regularidad, se le fueron piezas importantes a mitad de camino y, por los malos resultados, se vio obligado a cambiar de DT.

Porque en el inicio, Carlos Hernández era quien regía los destinos del “portuario”. Pero luego, quien comandó hasta el final, fue Hugo Medina.

Cuando hablamos de números, de los últimos 9 partidos previos al duelo de cierre contra un Claypole necesitado de ganar y esperar resultados (el de Real Pilar FC, para conocer si podía llegar a un desempate por la permanencia y/o desafiliación), no había ganado ninguno.

Demasiado poco para un equipo que pretendía al menos pelear un hipotético ingreso al Reducido pero que, luego del receso veraniego, supo que de visitante y ante los rivales encumbrados, debía dirimir su suerte.

Y cuando hablamos de piezas importantes, por ejemplo, nos referimos a Germán Águila, el máximo goleador de la temporada con solo 6 goles, y que tras mudarse a Argentino de Merlo, en el verano, para la segunda parte del año, ningún compañero pudo superar dicha marca.

Apenas 6 victorias (solo 2 en condición de visitante) y muchos goles en contra (recibió 44, el que más con 50 fue Central Ballester (entró al Reducido, pero también convirtió 50) establecieron su posición final en el 13° puesto sobre un total de 16 equipos participantes.

Afortunadamente el promedio no lo acosó, en esta temporada. Pero habrá que ver que sucede con la famosa reestructuración del ascenso, por parte de la AFA.

Por lo pronto, a trabajar y mucho. A repasar errores para corregirlos y no volver a cometerlos a futuro. Afianzar seguramente lo bueno hecho. Y preparase para la continuidad deportiva, post Mundial de Rusia. Ahora, dar vuelta la página, y pensar en escribir las mejores que vendrán…