Un grupo de vendedores que habitualmente se ubicaba en la Plaza 1° de Mayo decidió instalarse allí nuevamente, pese a la medida dispuesta por el Municipio de trasladarse a un predio de la Costanera.

Por eso, agentes municipales y la Policía se hicieron presentes en el lugar, donde se generó una discusión por la continuidad de la feria. “No estamos conformes con el nuevo lugar. Si acá vendemos 10, allá solamente uno. Pasa poca gente, la mayoría no son de acá” comentó uno de los feriantes en contacto con CN.

Recordemos que desde el pasado fin de semana, la Municipalidad dispuso que los fines de semana, de 8 a 19 (horario de verano), los feriantes se ubicarán entre la zona de los baños y el Museo Ferroviario, donde podrán vender sus artículos.

Según informaron desde la Dirección General de Habilitaciones del Municipio, no solo se otorgará el espacio sino también se brindará seguridad. Cada parcela tendrá un titular y dos suplentes. Al menos uno de ellos, obligatoriamente, deberá participar de la feria los días sábados, domingos y feriados a fin de asegurar su espacio.

También aclararon que las nuevas disposiciones fueron consensuadas junto a sus integrantes tras una numerosa cantidad de reuniones durante los últimos cuatro meses. Actualmente habría inscriptos más de 100 feriantes, que –con el acompañamiento del Municipio- regularizarán su situación y tramitarán las correspondientes habilitaciones.