¿Gana Colombia? ¿Venezuela le gana a Paraguay? Seguro que los brasileños y los chilenos arreglan y nos dejan afuera. Si Sabella que nos llevó a la final del Mundial no hubiera renunciado, para que viniera Martino, y luego para que llegara Bauza, y para que agarre Sampaoli… Y si las elecciones de 75 votos no bubieran terminado 38-38. Y si Tapia, y si Tinelli… Los de Primera contra el Ascenso Unidos.

¡Paremos la pelota! Y démosela a Messi. Si, a D10S. que él nos salva de este Lío en el que estábamos inmersos con la calculadora, los crucifijos y el or… ¿Qué? Si, el “orgullo” a cuatro manos de no vernos en un Mundial.

Mamita que había que sufrir… Como en el tango. Primero hay que saber sufrir, después amar, después partir… Y Argentina, cual fiel reflejo del sadomasoquismo entendido en su más pura expresión tuvo eso. Ese raro encanto del placer del sufrimiento para festejar y gozar luego. Si es más “barato” hacer las cosas bien de entrada…

Y en ese contexto, Argentina se clasificó “con altura”, por el juego, por la actuación del 10, en “la altura” de Quito. Y con el apoyo de la gente. Esa que “jugando bien o jugando mal…te viene a alentar…”

El puñado de hinchas argentinos se hizo notar desde temprano. Los que viven en Ecuador, los que viven en países limítrofes o cercanos a la “mitad del mundo”, y hasta los que viajaron con una valija llena de dudas y trajeron un container de ilusiones. Como los campanenses que estaban en la cancha.

Mariano (Rosada, el hermano del “Bombón”, de Ariel (ex jugador de Boca Jrs)), es uno de ellos, entrevistado por Radio La Red en la previa, y hasta por el colega “Tato” Aguilera (de TyC Sports) muchos pensaron que la “azul y oro” era la de Boca, pero no, era la de Puerto Nuevo… Si hasta debe haber estado “Fonito”: Diego Dorregaray, el ex Atlanta y de reciente llegada al fútbol ecuatoriano…

Y si hasta las cámaras de TN, ESPN y otros canales en la previa, y TyC Sports junto con la TV Públicas, estas dos últimas transmitiendo en vivo el partido para nuestro país, después, divisaron y mostraron al mundo otra bandera que decía “CAMPANA Barrio Siderca Presente” colgada contra la pared lateral de la tribuna popular que en el segundo tiempo tuvo el festejo del tercer gol de Messi y los de la clasificación luego, con los jugadores arrojando sus camisetas cual souvenir de casamiento. Es que hubo eso, un “matrimonio” entre los de afuera y los de adentro: con coqueteo, amor, infidelidad consciente (queríamos que gane una y otra selección que no fuera la nuestra y lo declarábamos en público), nos alejamos, nos acercamos y nos volvimos a jurar amor eterno. Así en las buenas como en la adversidad. Eso que los brasileños nos reconocen: “a raca (ese plus extra) do argentino”.