Un comerciante fue víctima de un robo días pasados, siendo además privado de su libertad junto a su esposa.

“Lo que nos pasó solo lo veíamos en las películas” asegura el hombre de 45 años, padre de tres hijas, quien en diálogo con CampanaNoticias revivió minuto a minuto lo ocurrido aquella noche, en la zona de Pueyrredón e Iriart. “Volvíamos con mi esposa de la rotisería, cuando al subir al acceso a la cochera se nos puso detrás un auto” relató.

Del vehículo (el cual estima era un Ford Focus) bajaron cuatro sujetos encapuchados, armados y con chalecos antibalas. También borceguíes. Al parecer no había vecinos en la calle, y la zona estaba iluminada. Uno de los malvivientes, sin mediar le aplicó al vecino un culatazo en la cabeza. Después, le pediría disculpas esgrimiendo: “te pegué porque pensé que eras covani (en la jerga, policía).

Dentro de la casa, las hijas de las víctimas (una menor de tres años, y dos adolescentes) no alcanzaron a ver lo que ocurría. Pero les llamó la atención que el auto de papá ya no estaba en la vereda, como segundos antes lo habían visto.

El hombre y su mujer subieron por la parte trasera de su propio Peugeot 3008. Cabeza gacha, sin observar por donde los llevaban, el comerciante supo distinguir por las frenadas y giros que estaban saliendo por el Arco. “Necesitamos el auto para trabajar. Quédense tranquilos que no les vamos a hacer nada. ¿Tiene rastreador satelital el coche?. No me traiciones” le decía uno de los delincuentes, recuerda el vecino, quien además asegura que en ningún momento se quitaron las capuchas.

Tras tomar por ruta 6, el matrimonio fue liberado cerca del B° El Destino (sobre el nuevo trazado). Antes de irse, los sujetos armados le entregaron (a pedido de la víctima) la billetera, los documentos y las llaves de sus dos comercios. Y se fueron.

“Caminamos hasta el barrio, cruzando la ruta. Llegamos a la casa de una familia muy amable, a quienes les estamos agradecidos. Estaban festejando un cumpleaños, nos dejaron usar el teléfono y nos llevaron hasta nuestra casa” comenta el protagonista del hecho, y recuerda la frase final que uno de los ladrones, a los que definió como “profesionales”, le dejó cuando intentaba tranquilizarlo: “Nosotros defendemos los Derechos Humanos. Solo queremos el auto”.

La vuelta a casa encontró al matrimonio “cayendo” en la situación que había vivido. Y allí se enteraron de la otra parte de la historia: un vecino había advertido lo ocurrido, dando aviso al 911. Incluso pasó por la casa del comerciante para cerciorarse que sus hijas estaban bien. Al regresar las víctimas, la Policía estaba en casa del vecino. Nunca fueron al hogar donde ocurrió el robo y la privación de la libertad de la pareja.

“Damos gracias a Dios que podemos contarlo. Se puso en contacto con nosotros Javier Contreras (N de la R: Secretario Privado del Municipio), quien se puso a disposición. Me acompañó a la Comisaría. Pero esperaba, al menos como vecino, y al tratarse de un caso fuera de lo común, que el Secretario de Seguridad nos llamara. Simplemente para ponerlo al tanto de lo ocurrido, y colaborar para que no haya otras víctimas” confía el comerciante. También agrega que hasta el momento de la entrevista “la policía no vino a nuestra casa”.