El día 17 de Octubre, con el marco de un club Alumni desbordado de militantes, se llevó a cabo el emblemático acto del Día de la Lealtad.

Pedro Milla, presidente y líder del Justicialismo local, junto con Oscar Villarreal de la Uocra y de referente de las 62 Organizaciones, fueron los oradores de un evento que mostro un Peronismo unido y de pie y preparado para la batalla electoral del 2017.

El acto fue organizado por el Concejo del Partido con participación de todas las agrupaciones Peronistas de la Ciudad: La Cáceres, Corriente por el Progreso Social, 12 de Octubre, Encuentro Peronista, La Cámpora, Martín Fierro Corriente Nacional, Movimiento Evita, Frente Ciudadano, Plan V, Kolina, Tercera Posición, La Cooke, Juan Domingo Perón.

Estas agrupaciones redactaron un documento, que expresó y sintetizó el espíritu de este acto:


“TODOS UNIDOS”


Lo particular del Peronismo es que no somos solo un Partido Político sino fundamentalmente un Proyecto Político.

Un Proyecto Político que arranca desde lo más profundo de nuestra historia y que fue incorporando otras experiencias y distintas tradiciones: La de los cabecitas negras de nuestro interior Federal; Las que trajeron los inmigrantes con sus experiencias de lucha y organización; Las de la de la chusma Radical que nos llegó de la mano de Irigoyen; y el ADN que tenemos en común con toda Latinoamérica.

Somos el producto plural de esa caldera que reventó un 17 de Octubre de 1945 y que aun hoy, a pesar de todos los pesares, seguimos estando aquí, dando pelea por las cosas fundamentales de nuestro origen.

En este día tan caro a nuestros sentimientos como lo es el Día de la Lealtad, volvemos a reivindicar la solidaridad, la lucha, el amor, el compromiso militante, y con las palabras de aquel que nos marcó el camino, retomamos la senda que nunca dejamos y que pretenden que abandonemos. El camino que nos devolverá a los espacios que perdimos para rescatar y seguir fortaleciendo la patria libre, justa y soberana por la que muchos compañeros dieron su vida.

Decía el General Perón: “La única verdad es la realidad”.

Y la verdad, ante las lamentables acciones que viene llevando adelante el gobierno macrista, es que el peronismo representa hoy, como lo hizo en el pasado, el intento más serio de conjugar el desarrollo económico con la justicia social, el ejercicio de la soberanía política y el respeto a la autodeterminación de las naciones. Todos los otros proyectos significan políticas de adecuación que se conforman con tener un espacio en el mercado mundial.

Desde las filas del peronismo escuchamos a antiguos y nuevos “pensadores” hablar de que es necesaria la “actualización” doctrinaria para adecuar esta nueva etapa al mundo globalizado. Ese pretexto ideológico está inscripto en el marco de arriar nuestras banderas históricas.

El Partido Justicialista de Campana no está de acuerdo con tales intenciones. No solamente por la llamada lealtad a los ideales, sino también porque significa profundizar las condiciones de periferia en el mundo que habitamos; significa renunciar a cualquier intento industrial autónomo; significa olvidarse de contener a la totalidad de los argentinos en un proyecto de justicia social que altere la distribución regresiva del ingreso; significa renunciar a la lucha de aquellas compañeras y compañeros perseguidos y encarcelados por trabajar por los más necesitados como Milagro Sala y sus compañeras y compañeros encarcelados, presos políticos del Poder Ejecutivo y Judicial de la provincia de Jujuy, situación avalada por el gobierno nacional, para los que exigimos la libertad YA.

La inclusión social de nuestros habitantes no es un gesto “piadoso” ni una “bendición”, es una necesidad económica del modelo que los peronistas sostenemos. Por tanto, no existe ninguna actualización doctrinaria por fuera de estos parámetros. Son viejas recetas intentadas hasta el cansancio, que terminaron mal.

Hoy, lo que se están contraponiendo son dos proyectos: O volvemos a nuestro Proyecto Político Nacional, Popular, Democrático y Latinoamericano, o volvemos a caer irremisiblemente, en la restauración de las políticas Liberales-Conservadoras que nos llevaron históricamente a crisis terminales como la del 2001.

Por eso nos hemos propuesto empezar a analizar, debatir y proponer ideas que hacen a la actividad política del distrito, sin dejar de mirar lo provincial y nacional. Con una actitud ni “sectaria ni excluyente”, por el contrario, pensamos que el aporte de todos es necesario frente a otro intento de dividir y condenar al movimiento peronista a ser un instrumento más de la partidocracia.

Reafirmándonos en nuestra historia debemos pensar en la construcción política desde un universo amplio y a la vez preciso. Es imprescindible construir, hoy y aquí y desde esta realidad, el bloque social que impulse y consolide nuestro Proyecto. Por ello es necesario priorizar las cosas que nos unen por sobre los desacuerdos, estableciendo sólidos vínculos entre los que quieren, sinceramente, defender y profundizar los logros de nuestro Proyecto Político.

Hoy, no necesitamos candidatos; necesitamos dirigentes que se pongan al frente en cada uno de los espacios sociales para la gran y permanente tarea de la lucha popular que es lograr la igualdad y la libertad; dejando de lado las mezquindades y las pequeñas miserias humanas.

Es necesario entender quien es y dónde está el enemigo principal, y quiénes son sus aliados.

La memoria de experiencias y derrotas anteriores producto de no haber sabido encontrar la síntesis para enfrentar monolíticamente al enemigo principal, es centralmente lo que nos debe impulsar a pensar en La Unidad como la prioritaria herramienta funcional a este momento político.

“Porque si luchamos separados seremos derrotados juntos”.

Para ello es necesario visualizar que actores deben estar de este lado, que organizaciones y que propuestas. La confrontación que se avecina nos indica que no se puede prescindir de ello.

Debemos entender que defender, acordar o sostener nuestro Proyecto, no implica tener que decir que todo estaba bien.

Es justamente todo lo contrario.

Hacer ejercicio de la crítica constructiva es proteger el rumbo. Esta práctica significa también, protegerlo de aquellas estructuras “pragmáticas” que lo apoyan por pura conveniencia y no por verdadera convicción.

Estamos absolutamente convencidos que no hay Proyecto Local sin Proyecto Nacional, y que no hay Proyecto Local sin estar firmemente identificado con los fundamentos y las acciones que devienen del Proyecto Nacional.

Desde el Partido Justicialista de Campana nos proponemos servir de puente facilitando todos los diálogos políticos, para hacer realidad estas propuestas.

Con la firme vocación de construir el peronismo que Campana precisa.

¡Viva el 17 de Octubre!

¡Viva Perón y Evita!

¡Viva todos los que lucharon por una Patria Justa, Libre y Soberana!