Educación
Lic. Ana Carolina Erregarena

Alfabetización inicial: actividades relevantes
En la presente columna, me propongo desarrollarles una serie de actividades que considero centrales en cualquier propuesta educativa destinada a la alfabetización inicial independientemente de su contexto social y/ o lingüístico.

Creo que, al diseñar una propuesta de intervención en la enseñanza de la lengua escrita en el preescolar y en los primeros años de la escuela primaria, una maestra debe tener en consideración para que el niño desarrolle favorablemente sus competencias lingüísticas, tres actividades fundamentales que a continuación detallo: (1) la lectura; (2) la reescritura; (3) el hablar sobre lo leído y lo escrito.

La lectura.

Si nuestra intención es saber qué aprenden los chicos a partir de los textos que leen, debemos prestar atención en las producciones escritas que ellos mismos generan.

En relación a la comprensión de narraciones orales, Beatriz Pujato afirma que “el docente suele ser, en ocasiones, un excelente narrador de cuentos. Cuando esto ocurre, la tarea alfabetizadora se ve fortalecida, porque luego de relatar las historias los chicos pueden realizar actividades que los lleven a: identificar las personas o los personajes, reconocer el tiempo cuando se desarrolla la acción y su orden, descubrir aclaraciones sobre las palabras o expresiones desconocidas.”

La reescritura.

La reescritura de los textos leídos como actividad de apreciación de los textos escritos, esto es, escribir a partir de lo leído, es una actividad que se viene proponiendo desde hace bastante tiempo y sigue siendo sumamente relevante.

En torno a esta temática, algunos investigadores –a partir de estudios minuciosos- han sugerido que los chicos construyen la unidad textual a partir de fronteras: título y texto, principio y final; dentro del texto identifican sus componentes: personajes, acciones, narración, diálogos.

En relación a la renarración de cuentos, Beatriz Pujato afirma que “si el maestro selecciona para su lectura cuentos que responden a una estructura tradicional, puede originar, posteriormente, situaciones de renarración por parte de los alumnos. Para realizar estas actividades, los niños deben: respetar el orden de la estructura narrativa básica (situación inicial, complicación y resolución), atender al desarrollo temporal y causal de las acciones, identificar las características de los personajes (cómo son, qué hacen), emplear palabras y expresiones del texto escuchado.”

El hablar sobre lo leído y lo escrito.

El hablar forma parte del control de la actividad social y académica, por lo tanto, el hablar o el comentar lo leído constituye un papel preponderante no sólo en cuanto a la participación de los chicos sino también en cuanto al logro de las tareas y contenidos de aprendizaje. En este sentido, Beatriz Pujato afirma que “producir espacios donde los alumnos se sientan protagonistas” es uno de los objetivos que el maestro –en tanto mediador- debe tener en cuenta en la tarea alfabetizadora.

El “hablar sobre lo leído” supone una actividad metalingüística y metacognitiva.

Respecto a la actividad metalingüística, es fundamental el rol de la maestra: ella debe otorgar a los chicos información sobre el libro seleccionado y la lectura. Por ejemplo: en cuanto al libro, la maestra debe hacer referencia a las ilustraciones, páginas, autores; en cuanto a la dirección de la lectura, debe hacer referencia al objeto del libro que se seleccionó.

En relación al texto como unidad discursiva, la maestra debe hablar de las partes que componen el texto: título, subtítulo, párrafos, notas a pié de página, diálogos, expresiones que aparecen entre comillas, principio y desenlace, acciones, narración, etc.

Respecto a la actividad metacognitiva, ésta permite controlar la comprensión de los chicos. Por ejemplo, la maestra deberá indagar qué procedimientos utilizó el chico para llevar a cabo su tarea por medio de preguntas tales como: “Cómo lo supiste”.

Conclusión.


Las tres actividades esbozadas sintéticamente en estas líneas pueden integrar una propuesta para la alfabetización inicial garantizando –a partir de estas experiencias lingüísticas- la construcción del conocimiento por parte de los chicos.

Fuente bibliográfica consultada: Beatriz Pujato, “El ABC de la alfabetización”, Homo Sapiens Ediciones, Rosario, 2009.


Ana Carolina Erregarena
Licenciada en Letras (UBA, 1999)